¿Qué palabras escuchas, te dices a ti mismo y usas con los demás?
¿Qué palabras estás dejando que construyan tu realidad?
¿Pierdes el control de tu lenguaje verbal y gestual en situaciones de tensión y estrés?
¿Te cuesta expresarte sin herir a los demás?
¿No logras transmitir tus opiniones de modo que sean escuchadas?